«Guardar el Anteproyecto de ley de protección de la vida del no nacido en un cajón bajo siete llaves»: es la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba al Presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy, como si la vida humana concebida pudiera considerarse un simple canje de cromos para conseguir, ¡¡¡asómbrense!!! nada menos que su reconciliación con la extrema derecha para que las mujeres pierdan la libertad de decidir sobre su maternidad. Me pregunto, ¿qué narices tiene que ver el derecho o la libertad de decidir sobre la maternidad, de ningún modo en peligro o atacada, con la libertad de decisión sobre la vida humana en gestación? Nada. «No se puede decir a la mujer que quitar la vida a un ser humano inocente puede ser un derecho» (Monseñor Martínez Camino, ex-secretario de la Conferencia Episcopal Española). Hablando de derechos, me adhiero a la contestación del Ministro de Justicia de España en el Parlamento en respuesta a una interpelación parlamentaria socialista: «sus derechos, como los míos, terminan donde empiezan los derechos de otros y el Tribunal Constitucional nos ha dicho que el concebido y no nacido es un otro que tiene que ser protegido». No satisfecho ni contento con su propuesta, a modo de un sencillo cambio de cromos, insiste utilizándolo como un arma política más en lo que denomina «cambalache indignante», ¿se refiere a la supuesta y no ajustada a la verdad reforma de la ley del aborto del anterior gobierno que priorizaba el derecho de decidir de la mujer por la nueva cuyo objetivo es la defensa y protección del derecho a la vida de su hijo? Me reitero en lo expresado en mi anterior entrada, mucho más tras leer hoy mismo la opinión del Papa Francisco acerca del aborto: … no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura. Este no es un asunto sujeto a reformas o modernizaciones. No es progresista resolver los problemas eliminando una vida humana.
El nuevo anteproyecto tiene como fin la protección, la defensa del derecho y la propia vida del no nacido. Las mujeres podrán interrumpir su embarazo, eso sí, con permiso de los padres hasta los 18 años, en caso de violación y bajo la supervisión de los profesionales sanitarios pertinentes en los casos de anomalías o malformaciones graves y/o riesgo de enfermedad psíquica u orgánica para la madre . Por lo tanto, ¡basta ya de manipulación, mentiras y/o falacias, oportunismo político pensando en la ganancia de votos; cesen los graves y continuos insultos, menospreciando a quienes se pronuncian y opinan en favor de la protección y defensa de la vida del ser humano no nacido, los ataques y el odio al pensamiento de la Iglesia! Vivimos momentos de una tormentosa realidad, que golpea a tantos por razones que, en ocasiones, se nos escapan. Pero, por favor seamos contraculturales de verdad, digamos no sin rodeos a tanta mentira, y propongamos, por lo menos un sueño cristiano / católico. Porque si lo soñamos, es posible que una brizna de contracultura se haga realidad. Un cristianismo así es el que necesitamos imperiosamente. Son palabras del jesuita N. Alcover en una de sus últimas colaboraciones escritas en Diario de Mallorca (DM): El Cristianismo como contracultura. Norberto Alcover. OPINIÓN. DM. Comparto su opinión porque estoy del todo de acuerdo, refiriéndose a nuestra sociedad española y europea en general; añade, …vaciar la medida existencial de tanta porquería acumulada, para poder llenarla, en los próximos meses, de actitudes y acciones virtuosas y cívicas en beneficio del bien común: «es el momento de la solidaridad con los más débiles, del deseado discernimiento moral y de anteponer la deontología, la ética, el humanismo», el entrecomillado es personal.
De cualquier modo, sin ánimo de discusión o polémica alguna, permítanme entrar en el juego del presidente del grupo mayoritario de la oposición según el cual hay que guardar en un cajón bajo siete llaves los anteproyectos o leyes que no nos gustan y tildarlos de «cambalaches indignantes». Estupendo, sensacional, maravilloso, hubiera sido que cerraran y ocultaran en un cajón bajo siete llaves su Ley de Educación ante los resultados y consecuencias negativas, desastrosas a día de hoy, prácticamente las peores de Europa; el informe PISA que establece las competencias de los alumnos en toda la OCDE (países más desarrollados) en matemáticas, ciencias y lectura, ha establecido muy recientemente: Baleares resulta muy mal parada, los estudiantes de las islas están a la cola y España no alcanza la media.
Valga como botón de muestra de las seculares discrepancia entre unos y otros el pensamiento del filósofo J. A. Marina a este respecto llamándonos a la defensa y protección de nuestros «alumhijos», en EL MUNDO, LOMCE, IDEAS, 1-Dic-2013, nº 946 (Crónica, p. 7) con la siguiente reflexión y consejo, aparte de manifestar el poco entendimiento de asociaciones de padres y profesores al igual que sucede, haciendo un símil, con los defensores de la vida del no nacido y quienes no la defienden alegando el derecho de decisión de la mujer gestante: …asociaciones de padres no se entienden. Tampoco se entienden entre sí los profesores. A cualquier nivel, la ideología es a la educación lo que la mixomatosis al conejo. Por eso, dirigirme a los docentes que priman el interés educativo sobre las presiones ideológicas. Los que piensan en nuestros alumnos, que parecen ser los olvidados. Somos los únicos que en el aula podemos defenderlos de las codicias políticas, económicas, idéológicas. También apelo a los padres hartos de este vaivén político. Vamos a proteger a nuestros «alumhijos».
Después de más de 35 años ejerciendo como médico confieso que también estoy harto de vaivenes políticos. No permitamos de ninguna manera que a cualquier nivel la ideología sea a la sanidad, concretando en la cuestión del aborto, lo que la mixomatosis al conejo. La educación y la sanidad no deben en modo alguno depender de ideología o color político alguno. Anhelo y deseo, quizás de forma utópica por la dificultad de conseguirse, una sanidad en la que prime el interés de la salud de los pacientes y como no la de nuestros también pacientes concebidos y no nacidos, sin presiones ideológicas ni de otro tipo conducida por los mejores profesionales sanitarios.
¿Qué añadir sobre la negativa legal y continuada de aumentar las penas a los terroristas de ETA en el Congreso sucedida durante años (décadas) ante las demandas del partido, por aquel entonces en la oposición?, … ¿hubo cambalache en el caso Faisán?, … ¿podría considerarse el pacto del Tinell como un cambalache más?, … ¿las medidas propiciadas en orden a derogar la doctrina Parot y sus terribles consecuencias, no sólo para los terroristas sino para los más peligrosos delincuentes condenados a las penas merecidas y de más duración en años, en estos momentos prácticamente todos ellos en la calle?
¿Vale la pena referirse a la herencia recibida del anterior gobierno, sobre todo en el aspecto económico y de pérdida de millones de puestos de trabajo con el silencio de quienes, ahora sí, claman, protestan y vienen tomando la calle? Hubiera sido suficiente con una sola llave, pero nunca se quiso utilizar.
En un cajón, no bajo siete llaves sino bajo setenta veces siete, debieron cerrarse los anteproyectos, negociaciones, conversaciones y leyes que han propiciado que con los impuestos de todos los españoles se financien y puedan gobernar en ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos del País Vasco y Navarra personas afines a ideologías nada democráticas, su fin la independencia de España, cuya actividad fue apoyar durante décadas la extorsión, la muerte y en estos momentos la protección y defensa de los presos legalmente condenados por ello (nunca debiera haberse producido tamaña, jamás insospechada e indeseada realidad); lo más lamentable y trágico, la total impunidad de quienes perpetraron y cometieron alrededor de tres centenares de asesinatos, su no colaboración a que los mismos puedan esclarecerse y, tras la aplicación de la anulación de la doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo, ni el más mínimo atisbo o signo de arrepentimiento y/o perdón hacia las víctimas del terrorismo, algunas de ellas niños, y la burla continua de la que son objeto en la actualidad.
En consecuencia, nada de cambalache indignante ni cerrar con siete llaves en un cajón el anteproyecto de ley que por primera vez en España sólo pretende la protección y defensa de la vida del ser humano no nacido así como el de la madre que decida asimismo continuar protegiendo y defendiendo a su hijo en gestación y tras su nacimiento. Ciertamente, si ello es posible -lo creo muy factible y asi lo espero-, lo deseable es el razonamiento, el pensamiento lógico, el diálogo y consenso, con el máximo respeto a todas las opiniones; eso sí, refiéranse y atrévanse, sin miedo alguno, no sólo a pronunciar, a mencionar, la palabra vida sino a contribuir a protegerla y defenderla en todo momento: desde la concepción hasta la muerte.